ULEAM Radio.- Todos los años, por mandato constitucional, se debe aumentar el presupuesto de salud y educación en un 0,5% del PIB. Eso se queda en el papel y se gasta mucho menos. El Gobierno de Daniel Noboa ha tenido más de $4.000 millones de ingresos extras, pero ha recortado gastos en salud y educación.
“Fueron $1.000 millones de recortes en educación a inicios de diciembre de 2024. Ahora van por otros $1.000 millones de recortes al presupuesto de salud. ¿Y la Asamblea? Bien gracias. Exigen que se presupueste y no controlan que se cumpla asignación. Sigan bailando”.
Con estas palabras, el exministro de Economía, Fausto Ortiz, desnuda el engaño del Presupuesto General del Estado (PGE) en Ecuador, donde por cumplir con obligaciones establecidas en la Constitución de 2008 y en leyes se ponen en el papel asignaciones que luego nunca se cumplen, debido a que no existen los recursos suficientes y no se hace nada por racionalizar el gasto y reducirlo en sectores donde no es productivo.
Ecuador es uno de los pocos países en el mundo que tiene una preasignación obligatoria. En la Constitución de Montecristi (2008) se estableció que se asignará un 0,5% adicional del PIB para Educación cada año y otro 0,5% adicional del PIB para Salud.
En 2024, eso significó un aumento en el papel para el presupuesto de educación de $608,55 millones y de $608,55 millones para salud. En total, más de $1.220 millones adicionales.
“La motivación para poner esta preasignación es loable. La salud y la educación deben ser prioridad. El único problema es que no cuenta con una fuente de financiamiento”, explicó Olga Núñez, exsubsecretaria de presupuesto del Ministerio de Economía.
El presupuesto estatal es papel mojado en Ecuador
El Observatorio de la Política Fiscal ha detallado que, entre enero y noviembre de 2024, el Gobierno de Daniel Noboa ha recibido ingresos extras por $4.840 millones a través de impuestos temporales, remisión tributaria, utilidades del Banco Central, reducción del subsidio a los combustibles, entre otros.
Además, ha recibido más de $4.300 millones de créditos de organismos multilaterales.
A pesar de todo eso, el Gobierno ha ajustado a la baja (recortes) en los presupuestos iniciales de sectores como salud y educación. A eso se suma que la inversión pública está en mínimos.
El exministro Ortiz explicó, por ejemplo, que dentro del presupuesto estatal hay un concepto llamado Gastos de Capital, el cual incluye un rubro denominado Bienes de larga duración.
Este rubro debería reflejar el gasto en el año por concepto de Propiedad, planta y equipo. Se presupuestaron $3.018 millones para eso, pero a pocas semanas de que se acabe 2024 solo se han pagado $125 millones.
Claramente este gasto está inflado, de acuerdo con Ortiz. Si se analiza en detalle esos $3.018 millones presupuestados, se puede identificar que se suponía que los recursos debían ir para adquirir $1.217 millones en mobiliario y $1.362 millones en equipos médicos.
Sin embargo, en este último rubro solo se han gastado $9 millones y ni siquiera se llegará al 0,5% de ejecución presupuestaria hasta final de año.
“Si se preguntan por qué se presupuestan $ 2.500 millones si no se van a ejecutar, mi aproximación a la realidad es que estos dos rubros tratan de cumplir, en el papel, el incremento de medio punto del PIB que anualmente deben asignarles a salud y educación y no se lo ha venido haciendo hace muchos años, pero que la Asamblea ahora obliga a que conste en el Presupuesto del Estado”, puntualizó Ortiz.
Ninguna Asamblea ha fiscalizado como se debe la ejecución de los presupuestos estatales. Por un lado, se arma todo un espectáculo, con indignación incluida, cuando se tramita el presupuesto estatal en la Asamblea; pero luego, según Roberto Mendoza, economista, “nadie se preocupa de cómo se gasta los recursos y todo queda en papel mojado”.
Recortes de última hora en presupuestos de salud y educación
El Ministerio de Economía ha hecho recortes de última hora en los presupuestos de salud y educación durante los primeros días de diciembre de 2024.
De un plumazo, se recortaron $1.000 millones del gasto en bienes de larga duración, específicamente en equipos médicos y, al mismo tiempo, se han cortado $1.000 millones de los ingresos permanentes del Sector Privado no Financiero.
“El déficit fiscal lo siguen esperando sobre los $5.000 millones y queda pendiente, o una eliminación posterior de $1.500 millones que siguen en exceso entre mobiliario y equipos médicos o una reclasificación hacia los gastos en que se está incurriendo por temas de compra de equipos para generación alternativa a la hidroeléctrica”, contó Ortiz.
A última hora, el Gobierno, que ha tenido ingresos extras de más de $8.000 millones entre créditos, impuestos y otras fuentes, le toca sincerar las cifras del presupuesto estatal y se ve claramente que, aunque el ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, ha dicho que se cerrará con un déficit del 2% del PIB ($2.460 millones), en la realidad el hueco fiscal (más gastos que ingresos) estará más cercano al 4% del PIB.
Además, a pesar de que no se ha optimizado el gasto para que vaya a los sectores supuestamente prioritarios como salud y educación, Ortiz alerta que, de aquí hasta fin de año, “se registrarán al apuro gastos, aunque no se paguen, lo cual incrementará los atrasos, pero es la forma de garantizar que se pueda pagar en un siguiente ejercicio presupuestario cuando se consiga deuda”.
Así, el manejo fiscal sigue siendo el mismo y los problemas de fondo del país no se resuelven. (JS)
Fuente: La Hora