En esta región, los daños provocados por el hombre han propiciado condiciones que facilitan la aparición de tormentas de polvo. Foto: WMO

ULEAM Radio.- La tormenta de polvo en Sáchayoj no solo reveló la fragilidad del ecosistema local, sino también destacó la necesidad urgente de abordar las causas subyacentes del cambio climático, así como los efectos de la salud y la economía de las comunidades.

La intensa tormenta de polvo que azotó este miércoles la localidad de Sáchayoj, en Santiago del Estero, al norte de Argentina, evidenció el impacto directo de las actividades humanas en el medio ambiente, como la deforestación, la expansión de la agricultura extensiva y el cambio climático.

Debido a la gravedad del evento, las autoridades locales implementaron medidas para evitar accidentes, como cerrar el tránsito en tramos de las rutas provinciales 17 y 6.

La tormenta también afectó a otras ciudades, como La Banda, la propia capital santiagueña y otras localidades del interior provincial.

Curiosamente, la situación fue muy diferente en la ciudad de Añatuya, cabecera del departamento General Taboada, distante a solo unos kilómetros de ciudad Santiago del Estero. En la zona de Añatuya se desataron fuertes lluvias que beneficiaron tanto a la población como a los productores rurales.

La tormenta de polvo puede provocar significativos daños a la salud como problemas respiratorios, irritación ocular y cutánea, aumento de enfermedades cardiovasculares y efectos sicológicos.

Por esa razón, las autoridades recomendaron a los residentes tomar todas las precauciones como el uso de mascarillas, permanecer en interiores durante la tormenta, y mantener las ventanas cerradas para minimizar la entrada de polvo.

En las zonas afectadas, la agricultura local sufrió daños significativos y los cultivos, ya debilitados por la sequía prolongada, se vieron expuestos a la acumulación de partículas nocivas, lo que podría afectar su desarrollo y productividad.

Además, esa situación agrava la situación de muchas familias que dependen de la agricultura como su principal fuente de ingresos.

En esta región, los daños provocados por el hombre a partir de la deforestación, la expansión de la agricultura extensiva y la emisión de gases a la atmósfera, causa del cambio climático, han propiciado condiciones que facilitan la aparición de estas tormentas de polvo.

Fuente: Telesur