El presidente panameño, Raúl José Mulino, afirmó que el canal interoceánico «no ha parado de crecer» desde que fuera transferido por Estados Unidos al Estado panameño y aseguró que pertenecerá a Panamá para siempre.
«No hay otras manos en nuestro canal metidas, más que las panameñas. Pueden estar tranquilos: en nuestras manos se va a quedar para siempre» aseguró Mulino en clara reafirmación de la soberanía sobre el canal que hoy gestionan los ciudadanos de Panamá.
De 1903 a 1999 el Gobierno norteamericano tuvo control sobre el territorio que hoy acoge al centro de conexiones. El 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de los tratados suscritos el 7 de septiembre de 1977 entre el entonces mandatario, Omar Torrijos y el recientemente fallecido Jimmy Carter, Panamá recuperó el canal, como legítimo derecho nacional.
«Hace 25 años se hizo la entrega del canal a nuestra nación. Desde entonces ha sido motivo de orgullo no solo para los nacionales, sino un ejemplo para el mundo de que una pequeña nación puede hacerse cargo de una responsabilidad tan grande», dijo Mulino en un acto que ha cobrado mayor relevancia a partir de los recientes comentarios de Donald Trump sobre las intenciones de su país de tomar control del canal.
Mulino destacó que el centro interoceánico tiene que ser de Panamá para ponerlo al servicio del mundo, pero sobre todo de sus ciudadanos.
«Es por nuestras manos neutrales que las naciones no temen que un canal del nivel estratégico como el de Panamá tome parte activa en ningún conflicto», recalcó y precisó que contribuyen a un mundo más conectado, con un comercio abierto y con intercambio de bienes entre países.
Tras un repaso histórico sobre el canal interoceánico, Mulino señaló que es necesario hacer saber a los jóvenes panameños y la comunidad internacional que tuvo que pagarse un «un altísimo costo de lucha y sangre» para lograr izar la bandera en el paso que conecta dos océanos.
Homenajeó a los patriotas que desde 1903 lucharon para recuperar la soberanía sobre la zona ocupada por el gobierno estadounidense y posibilitaron colocar la enseña nacional en dicho territorio: «Esa historia de patriotismo debe ser la antorcha».
Este día se ha convertido en una jornada de celebración y orgullo nacional, así como un recuerdo de los logros que se alcanzan cuando se planta cara a los poderes más rapaces del mundo.
Fuente: Telesur