Los famosos y nunca celebrados “tallarines” en Quito se incrustan en el ojo de sus pobladores y visitantes. Los cables cuelgan de los postes, se van acumulando indiscriminadamente. En el plan municipal tiene previsto el soterramiento de 61,91 kilómetros para este 2025. En estos tres meses del año, 14,3 kilómetros de cables han sido soterrados en Quito.
María Alejandra Molina, directora Metropolitana de Desarrollo Urbanístico de la Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial (SHOT), señaló que el objetivo es despejar el espacio aéreo de la ciudad, facilitando así una mejor movilidad peatonal.
Zonas claves en el proceso de soterramiento
Durante 2025, el foco del proyecto se centrará en áreas importantes como la avenida 6 de Diciembre, en el norte. También en el sur de la ciudad, como la avenida Mariscal Sucre, se esperan importantes avances en la eliminación de cables aéreos.
Los trabajos incluyen zonas como el Polígono Pradera y la avenida Rodrigo de Chávez, con un total de 12,3 kilómetros ya en ejecución.
El proyecto no solo pretende mejorar la estética de Quito, sino también complementar otros grandes proyectos urbanos, incluyendo la expansión del Metro de Quito.
Estos trabajos cuentan con la colaboración de la Empresa Metropolitano de Movilidad y Obras Públicas, la Empresa Eléctrica Quito y las operadoras de telecomunicaciones.
Perspectivas y beneficios del soterramiento en Quito
Los responsables del proyecto definen como fundamentalmente el soterramiento de cables para transformar Quito en una ciudad más limpia y ordenada. A largo plazo, este proyecto promete beneficios significativos para todos los residentes, mejorando no solo la imagen de la ciudad, sino también la seguridad y la accesibilidad en sus calles.
“Queremos una ciudad donde las personas puedan caminar libremente, sin obstáculos visuales ni físicos”, sostuvo Molina.
En 2025, se prevé en Quito el soterramiento de 61,92 km de cables en zonas clave. Además de la av. 6 de Diciembre y la Mariscal Sucre, se tiene planificado intervenir en las avenidas Alonso de Angulo, la 10 de Agosto, Orellana, entre otras.
Fuente: El Comercio