Un paciente mantuvo un corazón artificial durante más de 100 días antes de ser trasplantado.Paciente sobrevivió con un corazón artificial. Foto referencial: EFE

Un individuo con fallo cardíaco terminal se transformó en el primer paciente a nivel mundial en recibir el alta médica y vivir más de 100 días con un corazón totalmente artificial. Este progreso médico, llevado a cabo en Australia, constituye un avance importante en el manejo de la insuficiencia cardíaca y la falta de órganos disponibles para trasplante.

El paciente recurrió al aparato BiVACOR, un corazón sintético creado por Daniel Timms, un bioingeniero australiano, que utiliza tecnología de levitación magnética para replicar el flujo sanguíneo de un corazón en buen estado. En contraste con otros aparatos de asistencia para los ventrículos, este sustituye totalmente el órgano natural y asume la función de ambos ventrículos.

¿En qué consiste el dispositivo BiVACOR?

El corazón artificial BiVACOR se fabrica en titanio y carece de válvulas o rodamientos mecánicos, lo que reduce el desgaste y potencia su longevidad. Su diseño revolucionario le facilita la autorregulación y la adaptación a las demandas del cuerpo, tanto en estado de reposo como en ejercicio.

Hoy en día, este aparato es visto como un pilar para el trasplante, aunque sus inventores aspiran a que en el futuro pueda reemplazar de forma definitiva a un corazón humano. La enfermedad cardíaca impacta a más de 23 millones de individuos alrededor del mundo, sin embargo, solo 6.000 pacientes son sometidos a un trasplante anualmente, lo que demuestra la importancia de soluciones alternativas como este aparato.

¿Quién fue el paciente y cómo fue su proceso?

El procedimiento quirúrgico, que duró seis horas, estuvo a cargo del cirujano de trasplante y cardiotorácico Paul Jansz, en el Hospital St Vincent. Tras la intervención, el paciente estuvo en terapia intensiva antes de ser desplazado a la unidad de recuperación.

El cardiólogo Chris Hayward, encargado del procedimiento postoperatorio citado por Infobae, destacó el efecto que esta tecnología tendrá en el manejo de la insuficiencia cardíaca a escala global:

«El BiVACOR, con su corazón artificial total, señala el inicio de una nueva época en el trasplante de corazón, tanto en Australia como a escala global», afirmó.

¿Cuáles son los desafíos de esta tecnología?

Pese a que el BiVACOR constituye un progreso importante, aún tiene desafíos antes de transformarse en una opción definitiva frente a los trasplantes cardíacos. El docente David Colquhoun, de la Universidad de Queensland y miembro del consejo de la Fundación del Corazón, citado por Infobae, aclaró que la durabilidad del dispositivo sigue siendo inferior a la de un corazón donado, que puede mantenerse en funcionamiento por más de 10 años.

No obstante, los expertos están de acuerdo en la urgencia de encontrar soluciones alternativas, ya que las afecciones cardiovasculares continúan siendo la principal causa de mortalidad a nivel global, con más de 18 millones de fallecimientos anuales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud —citada por Infobae—.

¿Qué se espera para el futuro del BiVACOR?

El logro de este caso fortalece la capacidad del BiVACOR como una alternativa factible para individuos que necesitan un trasplante. Hoy en día, el aparato continúa en etapa experimental, sin embargo, los ensayos clínicos están a gran escala en Australia y Estados Unidos.

En julio de 2024, un paciente de Estados Unidos recibió el BiVACOR y lo empleó durante ocho días antes de ser trasplantado. Se prevé que el estudio clínico se expanda a 15 pacientes, lo que facilitará una evaluación más exacta de su seguridad y rendimiento.

La meta a largo plazo de Daniel Timms y su equipo consiste en conseguir que el corazón artificial total se convierta en una opción permanente, suprimiendo la necesidad de trasplantes de donantes. A pesar de que todavía persisten retos tecnológicos y regulatorios, este progreso indica que el porvenir de la cardiología podría sufrir una transformación drástica.

Fuente: El Telégrafo